Juan Torres López, de la Universidad de Sevilla, publicó ayer dos artículos que vale la pena comentar. El primero se reprodujo en El Plural. com y tiene por título “Zapatero se equivoca”. El segundo, en Sistema Digital, se lamenta de “la izquierda muda”. Ambos textos tienen un hilo conductor parecido: Zapatero se equivoca porque está mal asesorado, y la izquierda se calla porque no ha sabido rearmarse intelectualmente y “partidos, sindicatos y organizaciones de izquierdas siguen mirando a otro lado, como perturbados por la magia del discurso liberal, paralizados ante el poder fáctico de los ricos financieros…”
Juan Torres reprocha al presidente ZP su apoyo a “refundar el capitalismo en el seno del FMI y del Banco Mundial” porque en ambos organismos los Estados Unidos tienen poder de veto, “los países más pobres está prácticamente ausentes y se trata, para colmo, de organismos poblados de funcionarios tan bien pagados como ciegos, cargados de prejuicios ideológicos y con una trayectoria de errores y pifias que harían avergonzarse a quienes no vivieran sino del poder imperial del que viven.”
Estoy de acuerdo con Juan Torres (y lo escribí en su momento) que tanto el BM como el FMI comparten responsabilidad en la crisis, y es del todo imposible que puedan –por ideología y servidumbre– alumbrar soluciones. Más dudoso me parece que Zapatero ande a bandazos, sin soluciones alternativas y sin propuestas cercanas al ideario socialdemócrata que se supone trata de defender porque no me creo, como dice Torres, que “los socialistas podrían ser hoy día los baluartes más firmes para hacer frente a la crisis. Los que podrían proponer soluciones realistas, efectivas y eficientes ante la debacle que vivimos.” El catedrático de Sevilla insiste: “Alguien tendría que decirle a Zapatero que es mucha la responsabilidad que tienen entre manos y que en una situación crucial para España no puede vivir de palabras y de conceptos que incluso tienen connotaciones tan reaccionarias como esos de “reformas estructurales” que les ha ofrecido para pactar al Partido Popular.” Para Torres, “Alguien está confundiendo al presidente español. Lo mismo que le confundieron para que dejara fuera de su gobierno a los ministros de corte más comprometido y socialdemócrata, ahora lo quieren vincular a propuestas que no hacen sino reproducir de mala manera lo males que venimos sufriendo. No es normal que el líder de un partido de izquierda como el PSOE se esté convirtiendo en el portavoz de los proyectos más reaccionarios que se proponen a nivel mundial frente a la crisis económica. Alguien debería llamarle la atención, alguien debería indicarle que a su izquierda hay un camino mucho más favorable para los desfavorecidos… Alguien debería decirle que con su actual discurso económico Zapatero se aleja del perfil progresista que le aupó al gobierno y que está desdibujando el proyecto que puede proporcionar a la sociedad española el bienestar y la equidad que tanto necesita.”
Pues bien, que alguien le diga todo eso a Zapatero. Que alguien le asesore. Que Juan Torres López se lleve definitivamente el chasco de comprobar que, aun diciéndoselo, Zapatero no le hace el menor caso porque la ampliación de derechos civiles que celebramos ha ido acompañada –desde el principio– por una política económica favorable a los poderosos. ¿O se nos ha olvidado ya la reciente eliminación del Impuesto sobre el Patrimonio?
Con el acuerdo consciente de Zapatero, Sarkozy y Durao Barroso irán a someter los planes de la UE al emperador “pato-mareado” Bush, cuando los alardes de Sarkozy contra los paraísos fiscales y las tímidas propuestas de Durao Barroso para poner coto a la libre –e irregulada– circulación de capitales parecen haberse eliminado de la propuesta. Como decía alguien con sensatez, Gordon Brown tendrían más credibilidad si su plan incluyera la desaparición de las Islas Cayman –bajo dominio británico—como paraíso fiscal de capitales turbios.
Los mosqueteros europeos se han puesto todos de acuerdo para refundar el capitalismo en Nueva York con los asesores de Bush… Esperemos que ante esta amenazadora perspectiva caiga finalmente la venda de los ojos de las personas honestas que se identifican con IU pero pedían en las pasadas elecciones de marzo el voto para el PSOE… y las izquierdas de verdad se dejen finalmente oír.